Buscando las palabras que me hagan
OLVIDAR y quizás si cuento con suerte me hagan de nuevo respirar… buscando de
nuevo el camino entre estos versos en los que me encuentro perdido, buscando la
salida a este laberinto de mil caídas.
Como única compañera, a mi lado yace
la SOLEDAD, que perpetua en el silencio, me observa una vez más caer… ¡Vaya que
esta vez me ha dolido… que dura es la
causa que hoy contra el suelo me ha vencido! .
A lo lejos se pierde mi voz, de nada
sirven los gritos, cuando ni siquiera el
viento quiere oírlos… por más fuerte que lo hago nadie los oye… Tenuemente pero
cada vez más fuerte empiezo a escuchar el “Réquiem”, sonoroso y complaciente
que me mantiene despierto, pero inmóvil para salir corriendo.
Mis pensamientos divagan, una y otra
vez, el tiempo parece detenerse, solo soy un preso más de los grilletes que
mantienen fijo el segundero, que mantienen en mí su mirada implacable y fría SOLEDAD.
Que ha visto las ruinas en las que hoy se ha convertido mi vida.
No sé
si esto ha terminado… ahora es todo silencio. Y en mi mente solo estas tú, y en
mi cabeza se hacen grandes tus recuerdos, mi pecho solo quiere comprimirlos,
pero es tanta la fuerza que en mis ojos yacen esos recuerdos exprimidos.